Amable el dichoso.- Hubo un momento en el que muchos pensamos, sobre todo cuando fue expulsado del PRSC por apoyar a Hipólito Mejía y al PRD en las pasadas elecciones presidenciales, que la buena estrella de Amable Aristy Castro –cinco veces electo senador por la provincia La Altagracia, excandidato a la Presidencia de la República, acaudalado empresario y cacique regional– lo había abandonado, pero es evidente que estábamos equivocados. Fue tan solo una mala racha, frecuentes en los peloteros y los políticos, que como se sabe no duran para siempre. La sentencia del Tribunal Superior Electoral que anuló su expulsión del PRSC fue la primera señal de que su suerte empezó a cambiar, lo que el legislador sin duda atribuyó a la oportuna intervención de la virgen de la Altagracia, de la que en más de una ocasión ha confesado ser un fervoroso creyente. Pero la sentencia de la Suprema Corte de Justicia que declaró extinta la acción penal en su contra por supuestos actos de corrupción cuando era el mandamás de la Liga Municipal Dominicana parece la señal definitiva de que su mala racha es cosa del pasado. Y ya empezó a notársele. El hombre abandonó el discreto perfil que lo mantenía alejado del debate público, y ya se le ve y escucha con el talante acostumbrado. Y la mejor prueba es que hace un par de días rompió su prolongado silencio con una declaración en la que exhortó a todos los partidos políticos, así como a los diferentes sectores de la vida nacional, a marginar las mezquindades y unificarse para contribuir con los esfuerzos que realiza el presidente Danilo Medina para enderezar la economía. Desde luego, no me atrevería a culpar a mis lectores si alguno de ustedes, al conocer esas declaraciones de Amable, considera que el regreso de su buena suerte no solo es obra de su fe en la Virgen de la Altagracia.