El aborto a debate.- Parece que el debate en torno al siempre controvertido tema del aborto, a propósito de la reforma constitucional en curso, será más interesante en los medios de comunicación que en el Congreso Nacional, y es bueno y saludable, democráticamente hablando, que así sea, pues así sabremos sobre qué pie está parado cada quien.

Los políticos, como siempre, se han arrimado al lado que han creído más conveniente, sobre todo si de ese mismo lado está el Cardenal, aunque fresquecito esté todavía el boche que les estrujó en la cara por haberse atrevido a criticar al Papa.  Empero, en alguna parte debe hacerse constar, para información de aquellos que contarán luego la historia, que fue López Rodríguez quien inició las hostilidades con su andanada con tono inquisitorial, como debe constar también que los aludidos por su verbo flamígero no se quedaron callados ni mucho menos. Definitivamente, los tiempos han cambiado.

Robos en la JCE.- Tal y como están las cosas no debería tratarse como un hecho aislado, producto de una  delincuencia común desmandada, el robo de varios equipos informáticos y de captura de datos biométricos de una oficialía civil en Moca. Lo que sorprende es que, a pesar de  que la propia JCE ha reconocido que el robo de equipos de sus instalaciones es el principal responsable de la gran cantidad de cédulas falsas en manos de la delincuencia común y  narcotraficantes, situación que el doctor Eddy Olivares cree que podría, incluso, abrirle  las puertas a un  fraude electoral, no se tomaran medidas para mejorar la vigilancia de las oficialías.

El doctor Roberto Rosario ha explicado que las precariedades económicas del tribunal  de comicios le impiden contratar  vigilancia las 24 horas del día en las oficialías de todo el país, pero cualquier excusa es débil ante la posibilidad de que algunos por ahí, incluídos políticos, estén montando –como quien dice–una JCE paralela.