Oro por espejitos….- Hace unos días el Ministro de Industria y Comercio, José Ramón Fadul, le regaló a los directivos de la minera Barrick Gold un consejo que sin duda creyó útil para ayudarlos a capear el vendaval de críticas que está recibiendo la minera canadiense: buscarse un dinero e invertirlo en los medios de comunicación, para cambiar así la percepción negativa que tiene la población de la concesión conque ha sido favorecida.
Según Fadul, quien insiste en que el contrato con la Barrick es beneficioso para el país, su gente y su economía, estamos en medio de una guerra de percepciones que debe ser dirimida en el campo de batalla más apropiado: los medios de comunicación. Fadul no dijo a quién o a quiénes se enfrentan sus directivos en esa guerra aparentemente sin cuartel, pero aseguró que si pasan a la ofensiva y se disponen a defender una inversión que supera los US$3,000 millones las cosas fueran muy diferentes.
No sé hasta dónde la gente de la Barrick Gold se llevará del consejo recibido, o si ciertamente, como sugiere el ministro, existe esa guerra mediática, pero una cosa sí resulta evidente: la minera no las tiene todas consigo, y las cosas parecen empeorar con el paso de los días. Para colmo, el manejo que se ha dado a la intoxicación de cientos de empleados de la empresa no ha sido el mas feliz ni el más transparente, rodeando de mayores desconfianzas sus operaciones. ¿Se resuelve todo eso con un buen plan de relaciones públicas? ¿O lo que se propone, cínicamente, es que se repartan unos cuartos entre determinados líderes de opinión para que nos convenzan de las bondades de tener entre nosotros a la benefactora Barrick? Es difícil saber, desde aquí, en qué terminará todo este lío o quién ganará la guerra de la que habla Fadul, pero después de la experiencia de la Rosario y el pasivo ambiental que nos dejó como una herencia maldita ya deberíamos haber aprendido que no es buen negocio cambiar oro por simples espejitos.