Fallos JCE.-  Dicen que el hombre es el único animal sobre la Tierra que tropieza dos veces con la misma piedra,  pero después de los fallos de la Junta Central Electoral sobre las impugnaciones de candidaturas habría que esperar que la lección esté lo suficientemente bien  aprendida como para que no  sigamos repitiendo los mismos errores. El liderazgo de los partidos está obligado a ser, a partir de esos fallos, más respetuoso de los resultados de los procesos internos de sus organizaciones así como de la Ley Electoral, sobre todo en lo que se refiere a la cuota femenina, en tanto la militancia, aquella que aspira, en ejercicio de su derecho a elegir y ser elegida, a un cargo electivo, sabe que ya cuenta con una instancia  en capacidad de garantizar que sus derechos serán respetados. Aprendida tan importante lección, solo resta decir  que el sistema de partidos ha salido notoriamente  fortalecido de este trance y, por vía de consecuencia, también la democracia dominicana, ahora mucho más democrática. Y que valga la redundancia.

¿Secreto de Estado?.- Si se cumple el anuncio  del Procurador Radhamés Jiménez esta semana conoceremos la lista de adquirientes de la Torre Atiemar,  cuyo propietario guarda prisión en España investigado en torno a un alijo de 1,200 kilos de cocaína  procedente de República Dominicana. A falta de una información oficial y confiable andan por ahí, sobre todo en internet, numerosas listas de supuestos adquirientes de apartamentos,  pero  muchas de  esas listas solo han procurado dañar honras y reputaciones. Todo eso nos lo hubiéramos ahorrado si desde el principio las autoridades revelan los nombres de los propietarios de esos apartamentos, pues si bien es cierto que eso no constituye delito alguno (siempre y cuando, desde luego,  puedan probar el origen legítimo de los recursos con los que los adquirieron)  tampoco tiene que ser un secreto de Estado protegido con tanto celo y misterio.