¿Qué se dice?

¿Qué se dice?

Encerrona.- Aunque el gobierno haya desistido de negociar con quienes poseen títulos fraudulentos de terrenos ubicados en Bahía de las Aguilas sigue siendo de vital importancia, para que en la historia figuren todos sus protagonistas, incluídos los que actuaron tras bambalinas, conocer la lista  de los  “compradores de buena fe” que se  mostraron tan generosamente dispuestos a realizar el milagro instantáneo de sacar al sur del atraso infernal en el que lo ha sumido la indiferencia de todos los gobiernos.

El morbo popular se muere por conocer el santo y la seña de esos turpenes, aunque ya el rumor público señala a conocidos empresarios  vinculados al peledeísmo y hasta a funcionarios de este y el anterior gobierno, algunos de ellos muy conocidos por su agresividad a la hora de sacarle provecho a los suculentos negocios del poder.

 ¿Pero conoceremos alguna vez la verdadera historia de este fallido intento  de apropiarse de los valiosos terrenos de Bahía de las Aguilas? ¿Cómo saber que,  al menor descuido, no volverán a intentarlo, la próxima vez con mejores excusas? No hay respuestas ciertas para esas preguntas, y por eso es tan grande nuestra indefensión. Pero algo hay que hacer, mientras tanto, para evitar que Bahía de las Aguilas vuelva a convertirse en presa codiciada de los buitres que siempre medran a la sombra del poder, y la mejor forma de empezar es conocer los nombres (sé que estoy pidiendo demasiado) de los que llevaron al presidente Danilo Medina a una encerrona de la que, por suerte para todos, supo salirse a tiempo.

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