Regateo.- La altisonante garata entre los perredeístas y su crisis post convencional, y por supuesto los extemporáneos aprestos reeleccionistas que impulsan senadores y diputados oficialistas en complicidad con funcionarios del gobierno, han impedido que pongamos la atención debida al regateo que protagonizan los partidos con la Junta Central Electoral, fiel reflejo de su resistencia a transparentar el uso de los recursos públicos que reciben del Estado dominicano y que hasta el momento han gastado como les ha dado la gana y sin rendir cuentas a nadie.
El otro día se quejaban los llamados emergentes (léase pequeños) de las dificultades que enfrentan para presentar al tribunal de comicios los comprobantes fiscales de muchos de sus gastos debido a que la mayoría de sus transacciones, argumentan, son con negocios pequeños y trabajadores independientes, y ayer los ocho grandes expresaron su desacuerdo con la especialización de los recursos que ha dispuesto la JCE (50% para gastos administrativos, 25% para gastos de campaña y el restante 25% para educar a la militancia), bajo el alegato de que para este año esos fondos ya están comprometidos.
Los partidos tienen de plazo hasta junio para poner en orden su contabilidad o de lo contrario no se les entregará un solo centavo, pero a juzgar por las excusas y pretextos que ponen sus representantes para evadir ceñirse a las nuevas reglas de juego todo indica que el doctor Roberto Rosario tendrá que emplearse a fondo para que se acojan al plazo fatal, convenciéndolos de que sin transparencia, sin estar en capacidad de informar cómo y en qué gastarán los recursos públicos que recibirán, no tendrán derecho a seguir disfrutando de los incomparables privilegios de la democracia dominicana.