Qué se dice

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[b]Insensibilidades[/b]

Ahora sabemos, gracias al doctor José Rodríguez Soldevila, que se trata de un problema de sensibilidad y que los responsables son los insensibles funcionarios del equipo económico del gobierno que no priorizan los desembolsos presupuestados al sector salud, lo que mantiene en un estado de vergonzosa indigencia a nuestros hospitales públicos. La misma insensibilidad, hay que suponer, que también impide que la secretaría de Educación reciba los recursos que le permitan pagar el alquiler de poco mas de doscientos locales donde funcionan igual número de escuelas, o que pueda cubrir el programa de becas a estudiantes pobres del país en colegios privados. Estamos hablando de salud y educación, las piedras fundamentales sobre las que se construye el progreso y el bienestar de cualquier país, siempre y cuando -claro está- sus gobernantes tengan la suficiente sensibilidad para comprender la importancia de esas cosas.

[b]Desbalanceados[/b]

Que todos terminemos convertidos al vegetarianismo, forzados por los altos precios de las carnes, como han vaticinado los principales directivos de la Comisión Porcina Nacional, quizá sea lo de menos tratándose de una forma de alimentación que muchos entienden más sana, pero eso significará también la desaparición de un importante sector productivo del que dependen miles de familias. El panorama que pintan Miguel Zaglul y José Alba es desesperanzador, pues según señalan cerca del 40% de los productores de cerdos ya abandonaron el negocio, desalentados por los altos costos de producción. En cuanto al forzoso vegetarianismo al que, según los porcicultores, estaríamos condenados, también está por verse, pues solo hay que meterle lápiz a los precios de los vegetales -una libra de ají está costando, en el Mercado Modelo, 50 pesos- para saber que por ahí tampoco hay muchas esperanzas de llevar una dieta balanceada, tal y como aconsejan los especialistas en nutrición.

[b]Empecinamiento[/b]

Dadas las circunstancias hay que preguntarse, necesariamente, hasta dónde piensa llevar la secretaría de Salud Pública su empecinamiento en negar lo evidente, lo que no necesita espejuelos, sobre todo después de que la Sociedad Dominicana de Pediatría, regional Norte, afirmara que en el país existe una epidemia de dengue y que urge, en consecuencia, que las autoridades inicien una campaña de concientización para que la población aprenda a eliminar el mosquito que transmite la enfermedad. La opinión del pediatra Julián Pérez Yunén difiere, sin embargo, de la del subsecretario de Salud Pública, el doctor Jesús Tejada Beato, quien insiste en que se trata tan solo de un brote, no de una epidemia. Entretanto, el director del hospital regional José María Cabral y Báez, de Santiago, doctor Daniel Rivera, revela que solo el martes pasaron por la sala de emergencias de ese centro alrededor de 150 personas con síntomas probables de dengue, y que en el resto de los hospitales de la región la situación es similar. Más claro de ahí…

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