De escándalo en escándalo.- Contrario a lo ocurrido con Franklyn Beltré, recién destutanado de la OTTT luego de que su comparecencia al programa de Nuria Piera hace poco mas de un mes puso en evidencia una serie de manejos irregulares en ese organismo, no se ha perdido tiempo con Marcos Lara, encargado del Programa de Reducción de Apagones (PRA), una dependencia de la CDEEE del ingeniero Radhamés Segura, quien ayer anunció su suspensión, junto a otros funcionarios, sin disfrute de sueldo, en tanto informó que ordenó una auditoría para determinar el uso dado por Lara a los fondos asignados a esa dependencia.
¿Cómo no sacar de inmediato de circulación a un funcionario que admite que tiene en nómina a más de 60 familiares (hay que tener gente de confianza al lado de uno), además de alrededor de 30 miembros de la iglesia Los Escogidos de Dios, a la que pastorea en calidad de Apóstol?
Los que tuvieron la oportunidad de ver, el pasado sábado, el programa de Nuria, todavía comentan con asombro el desparpajo con el que el autodenominado Apóstol justificó el uso dado a los recursos puestos bajo su recaudo, de los que –entre muchos otros– se benefician su cuñado, con un salario de RD$50 mil, su suegro, con RD$20 mil, su ex esposa, con RD$45 mil, y su actual esposa, quien por encontrarse embarazada tiene a su servicio un vehículo de la institución, con chofer y guardaespaldas incluídos.
Hasta dónde será capaz de llevar Radhamés Segura este caso es algo que está por verse, pero si lo ocurrido con Franklyn Beltré, quien anda por ahí de lo más quitado de bulla acusando a compañeros de partido de haberlo traicionado para hacerlo saltar de la OTTT, no hay entonces muchas esperanzas de que los responsables de este nuevo escándalo de corrupción, el insidioso cáncer que corroe, con feroz virulencia, los cimientos de nuestras instituciones, recibirán la sanción que merecen.