¿Hasta cuándo?- Cualquiera diría que nos hemos acostumbrado, como la cosa más natural del mundo, a los frecuentes pleitos entre choferes y transportistas con su inevitable secuela de muertos, heridos y contusos a causa de una ruta en disputa o cualquier otra sinrazón, a pesar de que esos pleitos expresan tanta violencia y ferocidad que mas bien recuerdan el comportamiento de bandas criminales de índole mafiosa, dispuestas a defender a sangre y fuego sus intereses y, por encima de todas las cosas, el territorio donde imponen su ley y su fuerza.
Ya no es suficiente conque los choferes anden como chivos sin ley atropellando derechos ajenos, que no se sientan obligados a respetar la Ley de Tránsito, como tenemos que hacer todos so pena de que un malencarado agente de AMET nos imponga una bien merecida multa, ni que sean incapaces de ofrecer un trato cortés y educado a los pasajeros,su principal fuente de sustento, a los que en cambio tratan como si les hicieran un gran favor.
Los incidentes que rodean la herida de bala que recibió en la frente Blas Peralta, presidente de Fenatrado, así como el enfrentamiento a tiros, menos de 24 horas después, entre miembros de Conatra y Fenatrano que se disputan la operación de la ruta Santo Domingo Este-Distrito Nacional son tan solo los ejemplos más recientes, pues lo cierto es que la memoria colectiva está saturada con los recurrentes desmanes de un grupo social al que no debe permitírsele seguir actuando al margen de la ley y las buenas costumbres. ¿Cuánto mas debemos esperar, hasta dónde deberán llegar las tropelías de choferes y transportistas para que alguna autoridad decida plantarle cara obligándolos a respetar la ley al igual que el resto de ciudadanos y ciudadanas que tenemos la suerte o la desgracia de vivir en este país?