Qué se dice

Qué se dice<BR>

Pantalones. No sé cuantas veces he tenido que escuchar esa palabra luego del discurso de ayer del presidente Danilo  Medina en el Congreso Nacional, en el que emplazó a la minera Barrick Gold  a revisar el contrato de explotación del oro de Pueblo Viejo, que calificó de “sencillamente inaceptable”, o de lo contrario gravará sus ganancias  a través de un impuesto a los “ingresos inesperados” de las empresas exportadoras de minerales.

Y lo hizo con palabras tan firmes y enérgicas que no dejó dudas de su voluntad de hacerlas cumplir. “Hasta ahora hemos sido pacientes, pero la paciencia tiene un límite. Y más para un gobierno que está a diario en la calle y ve dibujadas en los rostros de nuestra  gente las urgencias de una mayor inversión de recursos que le permitan mejorar sus vidas. Si la empresa Barrick Pueblo Viejo mantiene la posición intransigente que ha exhibido hasta ahora, el gobierno no se puede quedar cruzado de brazos”.

Me cuentan que en muchos lugares donde la gente se reunió a escuchar y “analizar” el discurso hubo espontáneos estallidos de aplausos cuando el mandatario  definió la posición del gobierno ante la minera canadiense, desbordadas las emociones por una alocución que despertó sentimientos que, como el patriotismo,  se creía dormidos u olvidados. Pero –insisto– ninguna palabra circuló más de boca en boca que la palabra pantalones para referirse a lo que ocurrió en el Congreso Nacional, y más que nada para  proclamar,  con  patriótico énfasis,   que el presidente Medina los tiene bien puestos.

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