Qué  se dice

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Tras bambalinas
Mientras el doctor Luis Arias, presidente de la JCE, aclara que la resolución que negó el reconocimiento legal a 33 organizaciones políticas es «irrevocable» siguen produciéndose versiones y anécdotas en torno a lo que habría ocurrido, tras bambalinas, alrededor de esa controvertida decisión, versiones y anécdotas que a menudo son otra forma de pataleo solo que mucho más sutil y perverso.

La más socorrida de esas versiones señala que los jueces a los que se les reconocen vínculos con el PRD fueron «convencidos» por un influyente funcionario del anterior gobierno para que vetaran al Partido Reformista Popular (PRP), que se consideraba una eventual «amenaza» para la Alianza Rosada, una exitosa maniobra que se atribuye –más que al PRD del jacho que prende y apaga– al todavía omnipresente y poderoso PPH.

La mano invisible

Una anécdota digna de sacar aparte sobre los supuestos tejemanejes detrás de la decisión de la JCE, atribuída a «fuentes fidedignas» del tribunal de comicios, refiere que durante las discusiones que se produjeron a lo interno del Pleno uno de los dos jueces que favorecían el reconocimiento del Partido Reformista Popular proclamó que a pesar de estar consciente de la validez de sus alegatos sabía también que la mayoría de sus colegas había tomado de antemano una decisión desfavorable, a lo que otro de sus colegas, que evidentemente se dio por aludido, respondió que sí, que ciertamente esa era la pura y dura realidad, lo que remató con una expresión que, si las «fuentes fidedignas» son lo que dicen ser, merece figurar en la antología del cinismo político dominicano, si es que alguien se anima a redactarla habiendo tanto trabajo acumulado: «Esa es una decisión que la tomó la mano que mece la cuna». ¿Alguien piensa que hablaba de alguna niñera?

Problema resuelto

Y finalmente «el bolsillo chiquito» que siempre tienen los Presidentes de la República en el maravilloso país en el que nos tocó nacer será la tabla de salvación de los cerca de 500 estudiantes dominicanos que cursan estudios en universidades extranjeras gracias al programa de becas de la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, pues tal y como acaba de revelar doña Ligia Amada Melo el presidente Fernández se ha comprometido a buscarle esos recursos, estimados en RD$1,500 millones. La sonrisa de oreja a oreja que mostraba doña Ligia al hacer el anuncio desde el Palacio Nacional habla con suficiente elocuencia de su safistacción al dejar zanjado un problema que le había robado el sueño, lo que no impidió que soltara como quien no quiere la cosa un torpedo que debe haber provocado algunas ronchas en nuestro mundo académico y universitario. ¿Es cierto, como asegura la funcionaria, que nuestras universidades están produciendo un profesional que por sus debilidades de formación no está a la altura de las necesidades del país? Esa sola pregunta debería abrirle las puertas a un debate interesante y constructivo, y sin duda mucho más beneficioso que los molestos ladridos que lastiman nuestros oídos en estos días.

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