¿Chinos sin ley?. La primera noticia que tuve sobre la “competencia desleal” de los comerciantes  chinos fue hace  poco más de una semana, y de inmediato llamó poderosamente mi atención. Las quejas provenían de comerciantes de La Romana, quienes alegaban que gracias a  esa competencia desleal sus homólogos  chinos, que no registran legalmente sus negocios ni pagan impuesto sobre la renta ni seguridad social, les han robado hasta un 30% del total de sus ventas gracias a que venden mucho más barato y no cierran ni siquiera los domingos. Pero tal parece que el problema que implica esa proliferación sin control de negocios propiedad de ciudadanos chinos  no se circunscribe a La Romana sino que tiene dimensiones mayores y mucho más preocupantes, como lo indica la marcha que protagonizaron ayer cientos de comerciantes de Villa Consuelo, la calle José Martí, la avenida Duarte y zonas aledañas, que vestidos de negro y portando pancartas se dirigieron hasta las proximidades del Palacio Nacional para protestar  contra la competencia desleal de  esos comercios,  pero sobre todo para exigirle al gobierno del presidente Danilo Medina que los obligue  a pagar impuestos y  respetar las normativas vigentes. Los comerciantes, que recibieron  el apoyo y la solidaridad de una delegación de Santiago que se queja  de que allá también están siendo víctimas de los “invasores chinos”,  afirman que con esa competencia desleal   se está poniendo en peligro   una actividad que genera más de seis mil empleos directos  y aporta más de mil millones de pesos al fisco. ¿Hasta dónde es cierta esa denuncia? ¿Hasta dónde es verdad que los comerciantes chinos no pagan impuesto sobre la renta ni seguridad social? Dejaré esas preguntas en el aire, pero ojalá no se queden ahí.