Qué se dice

Qué se dice

Los Gandíos.-  Me había prometido a mi mismo no escribir del PRD, de la absurda garata que consume sus energías y sus posibilidades electorales, pero resulta difícil sustraerse a tanta insensatez (¿o debería decir mala fe?) de parte de quienes resultaron derrotados en la convención que escogió el candidato presidencial  perredeísta  que, contra toda lógica, pretenden ganar habiendo perdido, atropellando los estatutos de esa organización y la larga tradición democrática de ese partido. Se habla de negociación, de repartición de cargos en un gobierno todavía hipotético y hasta de convertir la derrota del pasado 6 de marzo en un premio de consolación tan valiosamente absurdo como la candidatura presidencial del 2017. Mientras tanto  el tiempo corre  y la crisis post convencional del PRD se prolonga de manera peligrosa,   y todo porque  el grupo de Los Gandíos desea una parte del pastel que ni merece ni le corresponde pero que se muestra dispuesto a arrebatar, aunque en  el intento  sepulte para siempre las esperanzas de los perredeístas de regresar al poder.

Se cansaron.- Perdida nuestra capacidad de asombro frente a los desmanes de una delincuencia que no da tregua, existe el riesgo de reducir el robo de varios kilómetros de cables telefónicos en el área donde está ubicada la cárcel de Najayo, que  se quedó  incomunicada, a una simple  anécdota ilustrativa de hasta dónde llega la audacia con que actúan los ladrones de metales. Es evidente que en los últimos tiempos, luego de un período de relativa inactividad, se ha recrudecido el robo de  metales, incluídos  los alambres del tendido telefónico y eléctrico y las tapas de alcantarillas y filtrantes, como evidente  es también que existe una relación directa  entre ese recrudecimiento  y el descuido de las autoridades responsables de evitar que eso ocurra, que como  siempre  se cansaron demasiado pronto de cumplir con su deber.

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