Laberintos judiciales.-  Es mucho lo que ha cambiado la justicia dominicana desde los tiempos en que era considerada un vulgar mercado de sentencias, pero es mucho también lo que le falta por cambiar. Y no es un simple juego de palabras. Para muestra,  el juicio contra los dos hombres a los que se acusa de la muerte a tiros de Fidel Estévez,  Yaser Alberto Nader Rojas e Ignacio Mañón Tapia en el parqueo de la discoteca Loft, en mayo del 2007. Desde entonces hasta acá, el proceso ha pasado por 46 audiencias en cuatro tribunales distintos hasta caer en el Cuarto Tribunal del Distrito Nacional, donde se ventila actualmente.

A pesar de que llevan años dando tumbos de audiencia en audiencia y de tribunal en tribunal, atrapados en un laberinto de reenvíos, incidentes y aplazamientos que no conducen a ninguna parte, los familiares de las víctimas todavía albergan la esperanza de que algún día se haga justicia, pero ni siquiera la esperanza dura para siempre. Es de suponer que como ese hay muchos otros casos, pero ese es un consuelo muy tonto para quienes esperan la conclusión definitiva de ese proceso para cerrar un doloroso capítulo de sus vidas.

Fiebre constructora.- Como ocurre   en otros puntos del país donde ha emprendido una febril actividad constructora o de asfaltado de calles y callejones,   el gobierno ha retomado en Santiago la construcción de importantes obras , entre ellas  la tan anhelada pero siempre aplazada avenida de Circunvalación Norte,  al igual que la ampliación de la  carretera Moca-Licey-Santiago, que Obras Públicas ha prometido terminar en apenas un año. ¿Será verdad tanta belleza o solo se trata de un amaraco, de carácter puramente electorero, para agenciarle  votos a los candidatos oficialistas y una vez pasen las elecciones volver a paralizar  esas obras  como hasta hace unos cuantos días? Si no nos desesperamos, después de mayo conoceremos la respuesta.