El PRD en su laberinto.  La “indignación” que  a los cuatro vientos proclaman 28 de los 32 candidatos a senadores por el PRD en las pasadas elecciones, ofendidos porque  Hipólito Mejía envió una carta a los miembros de la Cámara Administrativa de la JCE felicitándolos por su eficiente desempeño durante el pasado proceso electoral, es un indicador elocuente de la virulencia que ha alcanzado la confrontación entre las facciones que encabezan el actual presidente de la organización, Miguel Vargas Maldonado, y el ex presidente de la República, tirado a la calle del medio en procura de la nominación presidencial de su partido. La situación podría calificarse de ridícula sino fuera también –y sobre todo– trágica, pues la querella intestina que desangra, divide y debilita al principal partido de oposición debilita también a la democracia dominicana, que se encuentra dominada, a falta de contrapeso político, por el comesolismo voraz y derrochador puesto al servicio de las veleidades y ambiciones del Príncipe y su corte de favoritos.

¿A quién creerle?- La Policía Nacional ha dicho   que logró la liberación, tras un enfrentamiento a tiros con sus secuestradores en Piedra Blanca,   Bonao, al avicultor raptado por error en la comunidad de Monte de la Jagua, en Moca, pero según lo relatado por este   al periódico El Caribe simplemente fue abandonado detrás del cine Hollywood, en Santiago, desde donde tomó un taxi hasta su hogar. Feliz de haber sobrevivido a tan peligroso trance y tras permanecer tres días en cautiverio, Cristian Morel relató  a los periodistas que al principio sus captores trataron de intimidarlo pero que luego, al darse cuenta  de que se habían equivocado de persona, lo trataron bastante bien. Por ninguna parte mencionó el supuesto  tiroteo entre  unidades de la Dirección Adjunta de Investigaciones Criminales de Santiago y sus  secuestradores. ¿Qué habrá pasado ahí?