Qué se dice

Qué se dice

Palabras mayores.- A estas alturas ya se ha dicho y repetido muchas veces: el discurso del presidente Danilo Medina ante la Asamblea Nacional, en el que emplazó a la minera Barrick Gold a renegociar el contrato de explotación del oro de Pueblo Viejo,  despertó los sentimientos  patrióticos y nacionalistas de mucha gente que ha decidido cerrar filas con el mandatario  en defensa del “oro dominicano”. Pero también ha servido para que muchos oportunistas (de todo hay  en la Viña del Señor) sacaran la cabeza y se sumaran al coro de patriotas y nacionalistas que han querido ponerse donde el presidente Medina los vea, sin dejar de mencionar a los radicales que también se han sumado al debate con sus propuestas extremas que son, en definitiva, las que  le ponen la sal a estos escarceos. Y no estoy hablando de la izquierda revolucionaria, que hace rato  peleó sus mejores batallas. El Grupo Sacerdotal Helder Cámara,  que integran curas tan conocidos por su beligerancia y combatividad  como Regino Martínez y Rogelio Cruz, entre otros, propuso ayer al presidente Medina que nacionalice la mina de oro de Pueblo Viejo, con el cándido argumento de que al nacionalizar el oro “nosotros mismos, los dominicanos, podremos y debemos mantener mucho más cuidado de no contaminar y dañar tanto el medio ambiente como está ocurriendo actualmente con el lago de Hatillo”. Y a seguidas se preguntan porqué República Dominicana no puede nacionalizar su oro si Hugo Chávez, en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador han nacionalizado el petróleo, el gas natural y las minas. Como si fuera tan fácil como rezar un Padrenuestro… De todas maneras estoy seguro de que el Gobierno  agradece  que el ala más “revolucionaria” de la Iglesia  se sume  al clamor nacional que exige  una revisión de los términos del  contrato con la minera canadiense, pero lo  cierto  es que no es para tanto como para hablar de nacionalizaciones, expropiaciones y otras palabras mayores.

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