Cambio de estrategia.- Quien los ve ahora no los reconoce. Sobre todo los que todavía recuerdan, porque no hace tanto tiempo de eso, el largo rosario de huelgas, marchas, paros y protestas que protagonizaron en procura de un sustancial aumento de sueldo, un método de lucha definitivamente fallido que explica porqué la actual dirigencia del combativo Colegio Médico Dominicano (CMD) ha decidido cambiar de estrategia y, también, la imagen que proyecta. No hay dudas de que irse a los hospitales públicos a reunirse con los pacientes para escuchar sus opiniones y sus quejas sobre el servicio que reciben ayuda a mejorar la percepción que tienen de su trabajo tanto los propios pacientes como la sociedad en sentido general, que solo ve en las huelgas médicas una fuente de perturbación y trastorno que perjudica, en definitiva, a los más pobres, a los jodidos de siempre.
Afirmar que ese acercamiento a los pacientes, ese esfuerzo por cambiar una conducta y un estilo de lucha conducirá al anhelado aumento por el que tanto han luchado los médicos sería aventurado, pero al menos deberá servir para mejorar, de manera sustancial, la calidad del servicio que se ofrece a quienes acuden a los hospitales públicos en procura de alivio a sus dolencias.
A propósito de.- En estos días en que tanto se opina y discute sobre el problema de los menores que delinquen y la necesidad de modificar el Código del Menor tal vez sea oportuno hablar, también, de los menores que son víctimas de la explotación y los abusos, incluídos los de carácter sexual, de parte de los adultos. ¿Estamos protegiendo de manera adecuada la integridad física, moral, emocional y espiritual de una población particularmente vulnerable? Es obvio que no, y la culpa no es tanto de las autoridades que no han hecho su trabajo como de aquellos que callan o no denuncian a tiempo los abusos y vejámenes de que son víctimas niños y niñas.