Perseverancia.- Hay que aplaudir la perseverancia del senador peledeísta por Monte Plata Charlie Mariotti, quien acaba de someter por sexta ocasión el proyecto de Ley sobre Declaración Jurada de Bienes y Enriquecimiento Ilícito, con la esperanza de que en esta oportunidad la Cámara de Diputados, donde no ha encontrado suficiente respaldo luego de ser aprobado por los senadores las cinco ocasiones que ha sido sometido, le de por fin su visto bueno. El proyecto dispone que los funcionarios obligados a declarar sus bienes tienen que presentar, dentro de los 30 días siguientes a su elección o designación, la declaración de sus patrimonios, y quienes no cumplan con esa disposición serán pasibles “de  sanciones graves previstas en el régimen propio de su función”. El proyecto, como se ve de lejos, tiene un claro propósito: contribuir a transparentar la  administración de los recursos públicos, y por vía de consecuencia a la erradicación de la corrupción administrativa, responsable,  según Mariotti, de  provocar serios perjuicios a la democracia, la gobernabilidad y la economía nacional. ¿Cómo es posible que no haya podido convencer a los diputados de las evidentes bondades de su proyecto? Estamos hablando de los mismos diputados que admitieron  sin sonrojo que aprobaron a la carrera y muchos sin ni siquiera  leerlo, obedeciendo instrucciones de las cúpulas de sus partidos, el hoy cuestionado contrato con la Barrick Gold, entre otras barbaridades, menos conocidas y escandalosas, que también han aprobado por conveniencia propia o  de sus jefes políticos. A partir de ese comportamiento, o mejor dicho de ese modus operandi, es lógico deducir  que la única posibilidad que tiene el proyecto de marras  de convertirse en ley es si su autor persuade a los diputados y a sus jefes políticos de que les conviene su aprobación. Y para eso, el senador por Monte Plata va a necesitar muchísimo más que su perseverancia y  conocida labia.