Pacto diabólico III (Del fondo a la forma).- En algún periódico leí, con irreprimible asombro, que los dirigentes perredeístas Luis Abinader y Alfredo Pacheco expresaban su apoyo al acuerdo entre el presidente Leonel Fernández y el dirigente perredeísta Miguel Vargas Maldonado, que coinciden en calificar como bueno en el fondo aunque censurable en la forma por cuanto no se consultó ni al PLD ni al PRD, mas o menos con el mismo asombro con que leí que Participación Ciudadana y la Fundación Institucionalidad y Justicia, dos organizaciones de la sociedad civil con una larga trayectoria de lucha por el afianzamiento de la institucionalidad democrática en la sociedad dominicana, también se transaron en favor del fondo positivo de ese pacto, gracias al cual se pudo consensuar aspectos tan conflictivos de la reforma como la reelección presidencial, relegando a un segundo plano la forma, es decir el hecho de que tanto el presidente Fernández como el ingeniero Vargas Maldonado actuaron a espaldas a sus partidos, al margen de las discusiones de la Asamblea Revisora y mostrando un absoluto desprecio por el largo y costoso proceso que precedió el sometimiento al Congreso Nacional de la Constitución de Leonel, empezando por las cacareadas consultas populares que se supone le sirvieron de principal insumo. No faltará quien califique la actitud de simple pragmatismo, ese del que tanto saben los políticos y que muy bien pudiera haber contagiado a nuestra beligerante sociedad civil, pero también quien lo considere una forma de bajar la guardia frente a las incorregibles trapacerías de una clase política que ha secuestrado, para su propio beneficio, nuestras instituciones fundamentales.