¿Cuál es el afán?.-  Muy empeñado se ve al Secretario de Educación, en su condición de presidente del Consejo Directivo del Seguro Médico Para Maestros (SEMMA), en descartar la comisión de  irregularidades  o acciones dolosas en ese descalabrado sistema, a punto de naufragar a causa de un déficit operacional que supera  los 100 millones de pesos, cuando  los arqueos realizados hasta ahora son de carácter preliminar, pues será una firma externa, como bien puede ser –tal y como explicó el propio Melanio Paredes– la Cámara de Cuentas, la que determinará si hubo manejos dolosos o no  en el seguro para maestros. ¿Por qué   adelantar entonces juicios de descargo sobre eventuales responsabilidades? ¿Por qué no esperar los resultados de esa auditoría para formular esos juicios o emprender las acciones correspondientes? ¿O nadie le dijo nunca a Melanio, ni siquiera cuando chiquito, que  quien mete las manos en el fuego se quema irremisiblemente? En el otro extremo  está María Teresa Cabrera, ex presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), quien opina que tanto las denuncias de irregularidades como  el déficit por el que atraviesa el   SEMMA representan una magnífica oportunidad para probar que en el gobierno existe auténtica y verdadera voluntad de sancionar  la corrupción en las instituciones públicas. De paso la educadora advierte, como si lo creyera necesario, que el amiguismo o el compañerismo partidario no pueden ser obstáculos para llevar el caso hasta los tribunales de justicia, donde  ese compañerismo o  amiguismo, que  tanto pesan en este gobierno, pueden ser legítimamente considerados como complicidad o encubrimiento. Y eso, por si no se han dado cuenta, también constituye un delito.