Qué se dice

Qué se dice

Productos de exportación-.  Fuera de discusión están  los aportes extraordinarios a   la riqueza nacional de los dominicanos  que han decidido emigrar hacia otras tierras en busca de una mejor vida, pero desgraciadamente no todos los que se animan a probar suerte más allá de nuestros insulares horizontes lo hacen pensando en un trabajo serio y honrado. Las autoridades alemanas acaban de repatriar a once ciudadanos dominicanos a los que involucra en el tráfico de drogas y otros delitos, lo que eleva a más de cien la cantidad de compatriotas expulsados de la nación europea en lo que va de año.

Es una cifra alta, demasiado  alta, que debería mover  a preocupación, pues se suma al  constante flujo de ex convictos que nos llega desde las cárceles norteamericanas luego de cumplir  condenas (672 en los primeros 75 días de este año),  lo que necesariamente tiene que reflejarse en el creciente deterioro, que ya parece irreversible, de la seguridad ciudadana. Todo indica también, lo querramos reconocer o no,  que estamos exportando delincuentes y traficantes de drogas, y que ya no solo lo hacemos hacia el tradicional mercado norteamericano sino también hacia Europa y otras latitudes del mundo donde estamos poniendo a prueba nuestro talento innato para lo mal hecho.

El matatán.- Cuando uno se detiene a examinar el  rosario de muertes o ejecuciones  que la Policía le atribuye a Raúl Serumberto Reynoso Mota (Vantroy), cabecilla de la banda de sicarios “Los doce discípulos de Guachupita”, lo menos que puede hacer es impresionarse:  cuatro policías, dos miembros de la Fuerza Aérea, uno de la Marina de Guerra, un bombero y otras quince personas, entre pandilleros  y víctimas de sus  robos y asaltos.  ¿Cómo es que ese matatán no murió   en un  intercambio de disparos, como otros tantos que caen a diario en nuestras calles? Definitivamente, hay gente con nucha suerte en esta vida. ¿No le parece, general?

Publicaciones Relacionadas