Qué se dice

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Barril sin fondo.-  Durante su reciente participación en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, defendió con ardor y convicción el Fondo Social, mejor conocido como “Barrilito”, que a su juicio no es mas que un mecanismo administrativo que procura   transparentar el uso y distribución de unos recursos que estaban ahí,  que hasta su llegada eran repartidos de manera antojadiza, y ni hablar de las famosas ONG`s que servían de mampara al  rampante clientelismo practicado por  legisladores de todos los colores y banderas.

Con su acostumbrada vehemencia, Pared Pérez quiso dejar claramente establecido ante su auditorio   que la paternidad del privilegio que permite a los senadores  manejar millones de pesos del erario es del PRD, con lo que probablemente salió de allí convencido de haberse quitado de encima una gran culpa. El problema está en que esa transparencia proclamada a pleno pulmón no se ha traducido en hechos,  en una rendición de cuentas  efectiva y oportuna,  lo que ha obligado a la Alianza Dominicana Contra la Corrupción a anunciar el sometimiento de 25 senadores por ante el Tribunal Superior Administrativo, a ver si de esa manera consigue lo que no obtuvo apelando a la Ley de Libre Acceso a la Información Pública:  saber en qué  han gastado los legisladores los más  de 600 millones de pesos que han recibido hasta ahora del generoso Fondo Social.

Mientras  esos informes de gastos sean un secreto de Estado, o los senadores puedan demostrar  que esos recursos se invirtieron en obras de bien social o en redimir la pobreza de sus provincias, a diferencia de la “francachela” que había en el congreso perredeísta, todo lo que se diga para justificar  el  “barrilito” no es mas que “pluma de burro”, como dicen en algunos campos del Cibao, pues sin rendición de cuentas no hay transparencia posible. Aunque lo jure y  perjure Reinaldo Pered Pérez.

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