Qué se dice

Qué se dice

Es verdad que por ser como somos, tan especiales, hemos llegado a perder la capacidad de asombro, pero eso no quiere decir que hayamos perdido también la capacidad de avergonzarnos.[tend] Por lo menos la verguenza que deberíamos sentir cada vez que alguien viene de allende los mares a echarnos en cara nuestras insuficiencias institucionales, para usar un eufemismo piadoso, como ha sido el caso del asistente del Procurador General de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Según el señor Alex Acosta, República Dominicana ha dado un significativo paso de avance en sus esfuerzos por combatir la trata y el tráfico de personas con la creación de una ley para combatir ese crimen, pero hace falta, a su juicio, que esa ley se aplique de manera vigorosa. Tal vez por eso, cuando se le planteó al funcionario el caso del diputado Radhamés Ramos García -acusado de tráfico de chinos a través de la frontera con Haití- su respuesta fue tan espontánea, clara y precisa que hasta un niño hubiera sido capaz de entenderla: «la ley es la ley y si una persona comete un delito, sea quien sea, se tiene que enjuiciar a ese individuo».

[b]Traducción[/b]

Según revela un informe del Banco Central, correspondiente al período enero-septiembre del 2003, los indicadores muestran que la economía dominicana atraviesa por un ciclo recesivo caracterizado por la caída del Producto Interno Bruto (PIB), el aumento de los niveles de inflación y un entorno internacional desfavorable. En ese período, señala el documento, la economía experimentó una disminución de 1.0% con respecto a igual período del año anterior, a lo que se añade una inflación acumulada del 33% debido, fundamentalmente, al proceso de depreciación del tipo de cambio experimentado por la economía en los últimos tres meses. Lo que toda esa jerga económica nos quiere decir, traducido al español dominicano, es que el país está total y definitivamente en olla, y que aquellos que han tenido la suerte o la desgracia de nacer bajo su hermoso cielo insular estamos bastante feos para la foto.

[b]Recordando una promesa[/b]

Probablemente hayamos perdido la cuenta de los fiscales separados de sus cargos por cometer irregularidades durante el desempeño de sus funciones (en la gestión del doctor Virgilio Bello Rosa fueron cancelados más de cincuenta), a propósito del anuncio del procurador general de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, el doctor Rafael Mejía Guerrero, de que estudia siete querellas interpuestas contra igual número de ayudantes fiscales. El procurador general de la República, el doctor Víctor Céspedes Martínez, prometió el pasado mes de julio, por lo menos así está publicado en los periódicos, que iniciaría un amplio programa de evaluación de todos los representantes del Ministerio Público en el país, y que aquellos que reprueben los exámenes que impartirá el Consejo de Procuradores serán separados de sus cargos. Esperamos que se hayan iniciado esas prometidas evaluaciones, que se ha comprobado, hasta la saciedad, que no solo son necesarias sino también urgentes.

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