Ley de Partidos.- En momentos en que la ruidosa garata en torno a la aprobación de la Ley de Partidos pierde fuerza, surge como de la nada el doctor Eddy Olivares, juez titular de la Junta Central Electoral, para echarle más leña al languideciente debate: si esa ley no se aprueba, sostiene, el tribunal electoral no contará con una fiscalización efectiva de los procesos internos de los partidos, en esta ocasión más necesaria que nunca debido a que los síndicos, diputados y senadores que resulten electos en los comicios del año próximo permanecerán en sus cargos durante seis años, lo que implicará una batalla jamás vista en la historia política del país.
Lo que el doctor Olivares nos ha querido decir, si no le he entendido mal, es que en una batalla de esa naturaleza la principal arma que se utilizará para conquistar una candidatura será Don Dinero, poderoso caballero; así, ganarán los que dispongan de mayores recursos para gastar en propaganda y la compra de adhesiones, no los que oferten mejores propuestas a sus comunidades ni los mejor intencionados y honestos.
No sé si la cosa es tan grave como la pinta, con tono alarmista, el doctor Olivares, o si se trata de una variante del argumento de los sectores perredeístas que desde el Congreso acusan al PLD de negarse a aprobar la Ley de Partidos para poder tener las manos libres para utilizar los recursos del Estado, pero conociéndonos como nos conocemos quien les escribe no alberga la menor duda de que, ciertamente, la lucha por las candidaturas para las elecciones de mayo próximo será particularmente encarnizada, como tampoco la tengo de que los recursos públicos serán utilizados con prodigalidad en favor de los candidatos oficialistas. ¿Alguien apuesta lo contrario?