Las coincidencias no están prohibidas, desde luego, pero algo debe significar el hecho de que el Colegio Médico Dominicano, junto a otras doce entidades agrupadas en la Coordinadora de Organizaciones de la Salud, haya convocado a una paralización de los servicios en todos los hospitales del país el próximo 27 de enero, apenas un día antes de la huelga general por 48 horas que alienta la Coordinadora para la Unidad y la Lucha. Una infeliz coincidencia, sin duda, que obliga a preguntar qué se trae entre manos el gremio médico, aparte de hacer un reclamo imposible de satisfacer, por lo menos en estos momentos, y retomar un método de lucha que ha probado hasta el cansancio que solo contribuye a empeorar aún mas el de por sí precario servicio que se ofrece en nuestros hospitales públicos. Y si a esa coincidencia le sumamos la impertinente solicitud de La Fuerza de la Revolución para que el presidente Mejía renuncie al cargo de inmediato, sin esperar siquiera las elecciones del 16 de mayo, tendremos en el horno una receta demasiado explosiva y peligrosa. ¿Quién estará jugando con candela?

[b]Prisas legislativas[/b]

La prisa, en materia legislativa, siempre ha sido muy mala consejera. Sobre todo si esa premura, esa urgencia, la impone la necesidad, por todos reconocida, de formalizar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que se nos ha vendido como un asunto de vida o muerte. El proyecto de ley sobre riesgo sistémico, la única piedra en nuestro camino hacia la entrada en vigencia de ese salvador acuerdo, fue aprobado ayer en primera lectura en la Cámara de Diputados, y lo mismo se espera que ocurra hoy, cuando en una segunda lectura los legisladores lo conviertan en ley, a pesar de la existencia de algunos «aspectos conflictivos» que le reconocen los voceros de los partidos representados en el hemiciclo. Debe ser por esos «aspectos conflictivos» que la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios ha sugerido que el proyecto sea sometido a vistas públicas, la mejor manera de conocer sus alcances y estar seguros de que, ciertamente, tendremos una ley que nos garantiza que nunca mas volveremos a caer en el abismal agujero en el que estamos metidos.

[b]Acto de fe[/b]

Pocos políticos dominicanos pueden darse el lujo de exhibir un catálogo de éxitos tan amplio y completo como el doctor Amable Aristy Castro, presidente de la Liga Municipal Dominicana. Por eso hay que tomarse muy en serio su anuncio de inscribir su candidatura presidencial en la boleta del Partido Reformista Social Cristiano, siempre y cuando se apruebe la ley del voto preferencial presidencial, sobre todo después de la bendición que ha recibido esa candidatura de parte de la virgen de La Altagracia, una vieja aliada espiritual del astuto político higueyano. Habrá que estar atentos, entonces, si queremos ser testigos del milagro que hace falta para que esa controvertida ley sea aprobada en el Congreso Nacional a pesar del amplio rechazo que ha recibido, aunque tratándose de un hombre de las habilidades y la fe del doctor Aristy Castro cualquier cosa puede suceder.