Cuenta regresiva.- La jueza Luz Almonte, del Sexto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, desestimó la solicitud de cuatro meses de prórroga formulada por el Ministerio Público para presentar las pruebas de la implicación en el delito de lavado de activos procedentes del narcotráfico de los imputados Eddy Brito, Mary Peláez, Sammy Dauhjare, Ricardo Ivanovich Sméster y Juan José Fernández. En cambio, la magistrada le concedió un plazo de tan solo un mes, fijando para el 7 de junio la audiencia en la que deberá presentar el expediente acusatorio, o de lo contrario el caso será archivado y todos podrán salir en libertad. La decisión de la jueza da también inicio a una cuenta regresiva que obliga al Ministerio Público a emplearse a fondo para reunir las pruebas necesarias que le permitan sustentar su acusación, las mismas pruebas que hasta ahora no ha podido reunir a pesar de que lleva ocho meses de arduas investigaciones, lo que explica que al día de hoy no sean pocos los que dudan que esas pruebas realmente existan.
Se canta y se llora.- Parece mentira que un hombre tan rejugado como Franklyn Almeyda todavía no sepa diferenciar con claridad las críticas de los políticos, siempre dispuestos a meter la cuchara allí donde llama la oportunidad, de las reacciones espontáneas de rechazo que generan en la sociedad las malas acciones o los errores de los funcionarios, en esta oportunidad la utilización, por parte de la Policía Nacional, de dos de sus agentes disfrazados de pandilleros para proyectar a la opinión pública una falsa imagen de los resultados de su trabajo. Sin embargo, el ministro de Interior y Policía, que tanto se canta como se llora, fue incapaz de negar lo evidente: el comportamiento de la Policía en sentido general a veces ella misma lo desdice, porque todavía no se ha logrado alcanzar una policía moderna, que defienda, garantice y proteja a la ciudadanía