Genio y figura.- ¡Quién lo iba a decir! Ver en un noticiero de televisión al atípico y locuaz Hipólito Mejía, ex Presidente de la República y candidato presidencial del PRD, escabullírsele  a los periodistas, a los que se limitó a expresarles a través de señas,   como hacen los sordomudos, que no estaba disponible para responder preguntas, es una novedad digna de resaltar en este proceso electoral, que por lo que se ve pinta de lo más interesante. Y la razón de esa nueva “estrategia” todos la conocemos: la incontinencia verbal del ex mandatario, quien en apenas unos cuantos segundos y con tan solo un par de frases pudo haber echado a perder, gracias a sus pronunciamientos sobre la corrupción y sus corruptos favoritos,  meses de arduo trabajo para lograr su actual posicionamiento en el mercado electoral. Desde luego, todos aquí sabemos, empezando por el propio Hipólito, que esa “estrategia” no va a funcionar  durante mucho tiempo, que no es posible mantener al candidato a salvo del fragor de  las preguntas periodísticas en una campaña tan larga, por lo que sus asesores y estrategas se conforman por ahora conque llegue sordo y mudo a la fecha de su proclamación, el próximo 8 de mayo, cuando se espera pronuncie un discurso en el que esbozará las líneas programáticas de su  gobierno y lance duras críticas contra los gobiernos del  PLD y el presidente Leonel Fernández Reyna. El gran reto será, de ahí en adelante, mantener embridado y a soga corta a un potro que solo se siente cómodo  trotando a campo abierto, libre de frenos y ataduras que le impidan ir donde quiera y decir lo primero que le llegue a la punta de la lengua, un repentismo que en otros tiempos resultó gracioso y electoralmente atractivo pero que en las presentes circunstancias, como acaba de demostrarse,  resulta ser su peor enemigo.