Hay que aprovechar, antes de que el doctor Carlos Gabriel García apague el tractor con el que pretendía convertir en un motón de inútiles escombros el aeropuerto de Herrera, para felicitar al presidente Mejía por tener el coraje de dar marcha atrás a una decisión que casi todo el mundo entendía insensata y atropellante, menos aquellos -por supuesto- que lo convencieron de embarcarse en una aventura tan disparatada. La decisión del mandatario de anular el decreto que ordenaba el traslado de las operaciones de Herrera a Las Américas y San Isidro deberá devolverle la tranquilidad y el sosiego a esa comunidad empresarial, pero la angustia y los malos ratos que se hizo pasar a esa gente tardarán un poco mas de tiempo en rendirse al olvido. De todas maneras, la pregunta vale la pena: )cómo le habrá quedado el ojo al director del Departamento Aeroportuario?

[b])Audacia o descuido?[/b]

Cualquiera pensaría que en un país virtualmente apagado, con los principales servicios públicos al borde del colapso y una crisis económica que ha pulverizado, en cuestión de meses, los salarios de todo el mundo, no se puede estar peor, pero esa podría ser una conclusión apresurada. Por lo menos mientras en Villa Altagracia no den con el paradero de los audaces ladrones que, aprovechando un largo apagón, dejaron en la más absoluta orfandad energética a las comunidades de Los Mogotes, Blanco, La Majagua, Los Guineos, Reparadero, Hormigo y Maizal, entre otras. La Policía Nacional explica, a modo de justificación, que los apagones de hasta 15 horas que azotan la zona permitieron a los ladrones desmontar 23 tramos de alambre, equivalentes a siete largos kilómetros, antes de que saliera el sol. (Y nadie se dio cuenta(

[b]Salto al centro[/b]

El ingeniero César Sánchez, administrador general de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), es un hombre muy amante de los deportes. Solo eso explica que la madre postiza de Jode-Norte y Jode-Sur, perdonándonos Magino el inconsulto préstamo, se dé el lujo de patrocinar certámenes deportivos de la magnitud del XIX Torneo Centroamericano y del Caribe de Baloncesto, Centrobasket 2004, en el que se disputa la copa CDEEE. Nadie se opone, que no se nos malinterprete, a que cualquier institución del Estado vaya, en algún momento, en auxilio del deporte, siempre necesitado de recursos, pero en las actuales condiciones en que se encuentra este país, energéticamente hablando, la CDEEE no debería patrocinar ni si siquiera un torneo interbarrial de vitilla.