Qué se dice

Qué se dice

La doctora Elisa Sánchez denunció hace algunos días, con justificado tono de alarma, que siete centros de estudios, entre colegios y escuelas, habían sido acusados de maltratar, torturar y hasta violar sexualmente a niños, niñas y adolescentes. La encargada del Departamento de Protección de la Familia explicó que se había comprobado que muchos de esos centros maltrataban a los estudiantes con supuestas medidas disciplinarias, y hasta citó el caso de un niño que se presentó a un prestigioso colegio con una peluca, por lo que fue parado durante más de 15 minutos en el patio para que se burlaran de él sus compañeritos. La gravedad de esa denuncia, como era lógico suponer, ha provocado preocupación entre una gran cantidad de padres que ahora quisieran conocer el nombre de esas escuelas y colegios, o que se complete la denuncia diciendo cuál fue la sanción que se les aplicó por esos incalificables abusos.

[b]Desesperados[/b]

La desesperación, se ha dicho muchas veces, es muy mala consejera. Y como desesperados están, precisamente, los contratistas de las obras construídas para los Juegos Panamericanos, a quienes el gobierno todavía adeuda más de 500 millones de pesos, ya hay algunos pensando en recurrir a medidas extremas, como sería revelar públicamente, con cifras y porcentajes, en qué consisten las «trabas burocráticas» que han impedido que lleguen a sus manos los 250 millones de pesos que el presidente Mejía ordenó entregarles, vía la Secretaría Administrativa de la Presidencia, hace más de un mes, y cuáles son los nombres de esos funcionarios que están faltando «a la buena fe» del mandatario. Ya están advertidos.

[b]La cuerda[/b]

El licenciado Vicente Sánchez Baret, presidente del PRD, cogió una cuerda grandísima cuando una reportera de este diario le cuestionó, a propósito del 43 aniversario de la llegada de ese partido al país, sobre el futuro de la organización, y las implicaciones que tendría en ese futuro la reciente crisis divisionista, alegando que abordar ese tema, existiendo tantos problemas que la prensa podría tratar, es una necedad o simplemente obedece a propósitos malsanos. La apreciación del veterano político, oportuno es señalarlo, ni siquiera ofende a quien intenta ofender, pues en este oficio se aprende temprano a coger y a dejar. Sánchez Baret tiene todo el derecho del mundo a pensar que este diario actúa de manera prejuiciada contra el PRD solo por interesarse en su crisis interna, como es nuestro derecho también decidir, en cada circunstancia, qué cosa es noticia y qué cosa no lo es, siempre en función de lo que se entiende interesa a la sociedad a la que servimos. De ahí en adelante, que juzguen los lectores.

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