CLAUDIO ACOSTA
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Intransigencias-.  A más de uno habrá llamado la atención la posición asumida por el presidente Fernández en el caso de los médicos y sus demandas reivindicativas, pues el político conciliador y razonable, siempre abierto al diálogo y, ahora que está en campaña, dispuesto a hacer lo que sea con tal de quitar del camino cualquier obstáculo que pueda amenazar su propósito de lograr un tercer mandato presidencial,  ha desaparecido para mostrar a un gobernante cerrado y muy poco receptivo  frente a los reclamos de ese gremio.

Se entiende  que el gobierno  asuma la posición de no negociar con un sector que quiere lograr sus conquistas por las malas, recurriendo a las presiones de las huelgas,  pero mas de uno está convencido de que las cosas van mucho más allá, empezando por el doctor Waldo Ariel Suero, quien ha proclamado en más de una ocasión que el mandatario, quien se ha negado a recibirlo a pesar de las diligencias y los intermediarios utilizados, tiene algo personal en su contra. El presidente Fernández declaró    a nuestra redactora Altagracia Ortíz que no tiene nada  contra el actual presidente del Colegio Médico, que está consciente de que los médicos del país ganan muy poco, pero que ahora no hay recursos disponibles en el Presupuesto para complacer sus demandas. El doctor Waldo Ariel Suero ha interpretado esas declaraciones como un reconocimiento, por parte del mandatario, de la justeza  de sus reclamos y, mas que nada, de que no tienen un  carácter político, como han sido calificadas desde el oficialismo. ¿Qué es lo que hace falta para que el CMD y las autoridades se sienten a discutir, como acaba de sugerir el doctor Bernardo Defilló, las necesidades de los médicos?  Menos intransigencia de parte y parte, que en el caso de los médicos puede traducirse en una suspensión de sus protestas y piquetes como un gesto de buena voluntad, pero para eso es necesario  que el Presidente  descienda a la tierra de los mortales para que pueda escuchar  las demandas de un gremio que por sus aportes y su historia merece un trato más respetuoso y considerado.