Como los griegos.- Está probado que la necesidad, tanto aquí como en Grecia, es la madre de la invención, lo que explica que los griegos, en medio de la profunda crisis económica que los abate, echen mano a la imaginación para tratar de salir adelante y superar las dificultades.

Una circular que el Ministerio de Protección Ciudadana de Grecia acaba de emitir  oferta en alquiler, a cualquier interesado, los servicios de la Policía, bien se trate de “escoltar explosivos o materiales peligrosos, objetos privados de gran valor, obras de arte o dinero”, o para el entrenamiento de fuerzas de seguridad privadas y la participación en películas o series de televisión.

Aquí  todavía no estamos tan mal como en Grecia como para llegar al extremo de alquilar a los miembros de la Policía Nacional, pero no es un secreto para nadie que una parte importante de los miembros de la institución del orden  desempeñan actividades muy ajenas a la naturaleza de sus funciones, y los únicos  que se benefician de eso son las personas a las que sirven de protección o de sirvientes, trátese de funcionarios, diplomáticos, cantantes, periodistas, generales retirados, y un largo etcétera.

Y como no ha habido forma ni manera de hacer que esos policías retomen sus actividades naturales, para lo que realmente se les paga, a pesar de la mucha falta  que están haciendo en las calles protegiendo vidas, bienes y propiedades, tal vez valga la pena, al igual que han hecho las autoridades griegas, intentar rentabilizar esos servicios extracurriculares, siempre y cuando esos recursos se destinen a mejorar el equipamiento, capacitación y profesionalización de los policías que sí tienen que “hacer yuca”.

Es probable que esté proponiendo un disparate impracticable en este disparatado país, pues lo ideal sería no tener que enfrentarse al triste espectáculo de ver a un agente policial empujando, como la cosa más natural del mundo,   un carrito del supermercado.