Cuando la casa está dividida…- Pasa como con las parejas mal avenidas, esas que los terapeutas suelen llamar disfuncionales; si no se entienden en casa, si no se ponen de acuerdo en la más mínima cosa y se mantienen en un permanente tirijala, ¿por qué esperar que cuando salgan a la calle se comporten de manera distinta? Los miembros de la Junta Central Electoral (JCE) se reunieron el pasado lunes en el Congreso Nacional con la comisión de asambleístas que estudia las modificaciones propuestas en la reforma constitucional al tribunal de elecciones, y como era de esperarse en aquel escenario también salieron a relucir sus diferencias de criterio y puntos de vista sobre cómo debe ser su estructura y funcionamiento (curiosa y significativamente, en lo único que parecieron estar de acuerdo es en la cantidad de miembros que deben integrarlo), con lo que probablemente terminaron de convencer a mucha gente de que, independientemente de lo que salga de la Asamblea Revisora en lo que concierne a la JCE, está claro que hay que encontrar la manera de no poner tantos egos juntos en el organismo de dirección de una institución pública tan estratégica.
Lágrimas de sangre.- No, no es el título de una empalagosa bachata, de esas que convocan a cortarse las venas, pues no nos imaginamos al doctor Jorge Subero Isa por esos derroteros musicales, pero sí la forma enfática e ilustrativa conque el presidente de la Suprema Corte de Justicia ha querido reiterar su oposición radical y tajante a la creación de la Sala Constitucional con la que, a su juicio, se pondría fin a la seguridad jurídica imperante en el país, al extremo de que …nadie va a estar seguro de que dos y dos son cuatro. Esa situación, nos advierte, sería tan perjudicial y traumática para la institucionalidad de nuestro sistema de administración de justicia que en un futuro no muy lejano la sociedad llorará lágrimas de sangre.(fin de la cita)