Qué se dice

Qué se dice

El titiritero.- Los reformistas juran y perjuran, niegan y reniegan que hayan  pactado un acuerdo electoral con el presidente Leonel Fernández pero nadie, desgraciadamente, se lo cree, mucho menos  andando por ahí tantas versiones sobre las condiciones bajo las cuales se negoció  ese acuerdo y la cantidad de cargos que  sacaron de la negociación, la última de ellas publicada por el Listín Diario dando cuenta de cuatro senadores, 25 diputados y 30 síndicos, además de la presidencia de la Cámara de Diputados. Reynaldo Pared Pérez, presidente del Senado y secretario general del PLD, también ha negado que ese acuerdo, que oficialmente se ha vendido como estrictamente ceñido al ámbito de los trabajos de la Asamblea Revisora y la reforma constitucional en curso en el Congreso Nacional, implique que desde ahora se le cedan candidaturas a los reformistas, pero después de lo ocurrido con el “histórico” pacto rubricado, a espaldas de sus respectivos partidos, por Miguel Vargas  Maldonado y el presidente Fernández, cuyo contenido fue refrendado  a posteriori por el Comité Político peledeísta, poco valor tiene lo que  opine  al respecto Pared Pérez. Pero sea cual sea, finalmente, la verdad escondida detrás de ese acuerdo, una cosa sí está fuera de toda discusión: si los botarates herederos del doctor Joaquín Balaguer recibirán todo lo que se dice que van a recibir por su participación en lo que desde ya se ha bautizado  como el “Acuerdo de la Berenjena” habrán hecho el negocio de sus vidas, el que los salvará de la  inminente desaparición, y el mérito por tan milagrosa resurrección solo puede atribuírsele, lógicamente, al doctor Leonel Fernández, el habilidoso titiritero que sigue moviendo, a su antojo y entera voluntad, los hilos que hacen posible la entrada y salida al escenario de los   principales actores del teatro político criollo.

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