CLAUDIO ACOSTA
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El pleito de nunca acabar.-  ¿Será verdad que el gobierno  tiene con quien sustituir a los médicos que abandonen los hospitales públicos? Porque lo cierto es que parece   un aguaje del secretario de Salud Pública, el  doctor Bautista Rojas Gómez,  como quisiera uno que también fuera un aguaje del doctor Waldo Ariel Suero su recurrente amenaza de que antes del 16 de mayo los médicos  recogerán sus motetes y se irán a sus casas, abandonando los hospitales, al igual que a sus pacientes, a la misericordia  de Dios.

Lo peor de todo es que  a  esa situación, como a los melodramas mediocres,  no se le ve el final, como tampoco se alcanza a ver, por más gárgaras que haga el presidente del Colegio Médico intentando explicarlo, la utilidad y el propósito de todas esas huelgas –ya van cinco en los últimos cuatro meses–, marchas y piquetes, si el gobierno ha dicho una y otra vez que no negociará con el gremio médico mientras su dirigencia recurra a las presiones y el chantaje para hacer valer sus reclamos. Quiere esto decir que, por el camino que va la cosa, podríamos estar presenciando el tirijala entre los médicos y las autoridades de Salud Pública por un buen tiempo todavía, a menos que los médicos se cansen de  arar en el mar y renuncien a un método de lucha que si juzgamos por sus resultados solo puede ser calificado de improductivo, inútil y definitivamente cruel e inhumano.

 Medicamentos baratos.-  El gobierno acaba de anotarse un tanto importante en momentos en  que solo se habla de las  alzas de precios de los alimentos y de las aprensiones que esas alzas generan alrededor del mundo, con el anuncio de Promese de que  empezará a vender, con rebajas de hasta un 50%, 51 de  los medicamentos genéricos que comercializa. La doctora Elena Fernández explicó que el inesperado milagro ha  sido posible gracias a  la economía de escala aplicada por la entidad en sus compras. Desde luego, la oposición  política dirá que esas rebajas son de carácter electorero, que solo buscan  pescar votos para beneficio de la reelección del presidente Fernández, y a lo mejor hasta tienen razón. ¿Pero a quién le importa eso?