Se trata de otra cara, completamente desconocida, de nuestro amado beisbol, que tanto dinero ha dejado a todos esos peloteros que hoy nos llenan de orgullo por su magnífico desempeño en las Grandes Ligas. Lograr esa meta, calzarse el uniforme de cualquiera de los 30 equipos de las mayores es una verdadera hazaña, incluso, para cualquier talentoso muchacho nacido en «la capital mundial del beisbol», como nos calificara hace algún tiempo la cadena deportiva norteamericana ESPM. Mario Guerrero, veterano entrenador, aspira a que Raul Mondesí le pague 650 mil dólares por haberlo llevado a jugar, gracias a sus sabias enseñanzas, al mejor beisbol del mundo, pero también ha interpuesto demandas similares contra Gerónimo Berroa y Juan Guzmán. Como no se trata de establecer aquí la pertinencia o no de esas demandas, nos vamos a conformar con una simple pregunta, que en las presentes circunstancias tal vez valga la pena considerar. )Cuánto ha pagado Mario Guerrero, por concepto de compensación, a los muchachos a los que también enseñó a jugar beisbol pero que nunca pudieron llegar a la Gran Carpa?

[b]Asombrados[/b]

El hecho de que admitamos que en este país hace tiempo que se perdió la capacidad de asombro, una realidad que, por cotidiana, muy pocos se atreverían a negar, no quiere decir que hayamos perdido también la de discernimiento. Por eso ha llamado tanto la atención que el presidente de la Junta Central Electoral, el doctor Luis Arias, se apresurara a calificar como un acto absolutamente «normal» el intento de imprimir, en horas de la noche del lunes, una copia del padrón electoral para ser entregada al PRD, sin la presencia de los delegados de los demás partidos políticos y sin la aprobación, tal y como lo establecen los procedimientos, del resto de los jueces que integran el pleno de la JCE. Minimizar la gravedad de tan anómala ocurrencia, con lo que coincidió con los principales voceros del PRD, incluído el presidente Mejía, ha sido la peor señal que nos ha podido enviar, en estos momentos, el hombre al que se presume más interesado en rodear el proceso electoral de la más absoluta credibilidad.

[b]Un toque de humor[/b]

Parece que finalmente van a tener razón quienes sostienen que, de aquí al domingo, vamos a ver muchas cosas. Dos confederaciones campesinas pertenecientes al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) acaban de declarar al doctor Leonel Fernández, candidato presidencial del PLD, como persona «no grata en los campos dominicanos». La drástica decisión ha sido tomada, según explicaron sus directivos, debido al «crimen de lesa humanidad» alegadamente cometido por Fernández al decir que los campesinos dominicanos que emigran a la capital son potenciales criminales. Las «declaraciones» del doctor Fernández se produjeron en un spot televisivo que podría ser clasificado, sin mucho apuro, como un perfecto ejemplo de campaña sucia, pero la decisión de prohibirle que visite nuestros campos es el mejor chiste que hemos oído en estos agitados días electorales.