QUÉ SE DICE

QUÉ SE DICE

Una baño de realidad.  El combativo y combatido Juan Hubieres está de risitas, y no es para menos; el gobierno ha tenido, al fin, que reconocer lo evidente; los transportistas no aguantan mas las alzas en sus costos a causa del incremento en los precios de los combustibles, por lo que la única manera de continuar ofreciendo  el servicio  es traspasando parte de esos costos  a los usuarios.

Es lo que acaba de ocurrir en la reunión sostenida el pasado miércoles entre autoridades del transporte, encabezadas por el ingeniero Diandino Peña, y empresarios del transporte y dirigentes choferiles: se acordó mantener los incrementos en los precios de los pasajes que se han producido en los últimos días tanto en las rutas urbanas como interurbanas, al tiempo que se dejó abierta la convocatoria para la integración de una mesa de discusión en la que participen todos los actores del sistema, para la búsqueda de alternativas y soluciones que permitan regresar a los precios anteriores.

Hombre práctico, acostumbrado a resolver,   el director de la OPRET no ha querido  pelearse con la realidad o con lo que antes se llamaba la lógica de los acontecimientos, pues al fin y al cabo quien estaba pecando de irracional  era el gobierno al pretender que quienes se dedican al  transporte de pasajeros no transfieran los incrementos en sus costos de operación al servicio que ofrecen, como cualquiera que se dedique a un negocio –así sea una paletera– y pretenda vivir de eso.

En cuanto a la posibilidad de que los precios de los pasajes vuelvan a bajar, como también se planteó en ese encuentro, nada indica que eso pueda suceder por el momento (los precios del petróleo superaron ayer los 130 dólares el barril), por lo que parece sensato, y sobre todo realista, que cualquier plan que el gobierno diseñe, si es que finalmente logra diseñar alguno, no pierda de vista esa dura y terrible realidad.

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