Según el Banco Mundial la corrupción, tanto la pública como la privada, constituye el principal obstáculo para que los países puedan alcanzar el crecimiento económico y el desarrollo al que aspiran todos y cada uno de sus ciudadanos. Sobre todo porque esa corrupción a quien más afecta es a los pobres, los que más sufren en tiempos de crisis, los que más dependen de los servicios públicos y los menos capaces, también, de pagar los altísimos costos asociados a esa insana práctica, aparte de que con demasiada frecuencia los recursos destinados por los gobiernos a mejorar su ingrata condición van a parar a los bolsillos de los corrruptos. Tenemos, pues, nuestras propias razones para declarar una guerra sin cuartel contra la corrupción, sin importar lo que piense o deje de pensar sobre tan delicado asunto el embajador norteamericano Hans Hertell.

[b]Marcando distancia[/b]

Nadie duda que el senador Tunty Rutinel será capaz de llevar sus denuncias sobre irregularidades en la Cámara de Cuentas hasta las últimas consecuencias, pero algunas deserciones de última hora hacen pensar que no todos los que fueron, en algún momento, sus aliados, están dispuestos a jugársela junto al fogoso representante de la provincia Santo Domingo. El juez Rafael Victorio Espinal, a quien Rutinel define como una de las personas que más datos aportó sobre las supuestas irregularidades cometidas, niega que haya dicho que en ese organismo se cometieran actos de corrupción, pero igual distancia marcaron también los diputados de la Comisión Bicameral de Modernización del Congreso Remberto Cruz, Reynaldo Rincón y Ruddy González, quienes aclararon que las imputaciones de Rutinel Domínguez contra los miembros de la Cámara de Cuentas han sido hechas «a título personal». )Qué estará pasando ahí?

[b]El desplante[/b]

Aunque el acto fue organizado especialmente para ellos, ningún dirigente de la Asociación Dominicana de Profesores asistió a la presentación del Proyecto para el Fortalecimiento de la Educación Inicial, anunciado ayer con bombos y platillos por la secretaría de Educación durante un acto celebrado en la Cancillería. Tras una larga espera de una hora y veinte minutos Nathalie Cabrera, directora de Educación Inicial, decidió empezar la presentación, en la que se tenía previsto informar a los representantes del gremio magisterial los detalles del concurso abierto para elegir a los maestros que se integrarán al proyecto. La gente de la ADP, sin embargo, nunca hizo acto de presencia, pero tampoco tuvo la cortesía de excusarse por una ausencia tan notoria. Lo cortés, dicen por ahí, no quita lo valiente, aunque eso parezcan haberlo olvidado los distinguidos miembros de la Asociación Dominicana de Profesores.