Cólera en La Ciénaga.- Lo que está ocurriendo en La Ciénaga, que las autoridades de Salud Pública acaban de declarar en alerta máxima junto a otras 16 barriadas del Distrito Nacional a causa de lo que parece ser un importante brote de cólera, vuelve a poner en evidencia la política de ocultamiento y falta de transparencia conque desde el oficialismo se ha estado manejando la presencia de esa enfermedad desde que llegó a territorio dominicano procedende del vecino Haití. Empecinadas en minimizar las persistentes denuncias de los residentes del empobrecido sector, que tuvieron que ser auxiliadas, en su llamado de atención, por el Colegio Médico Dominicano y su presidente Senén Caba, las autoridades de Salud Pública se vieron finalmente forzadas a realizar un descenso a la zona el fin de semana, y lo que allí vieron y encontraron los obligó a disponer de inmediato la realización de labores de vacunación, saneamiento ambiental y búsqueda activa de casos de diarrea. Parece, sin embargo, que la asistencia llegó demasiado tarde, pues las cosas solo han empeorado desde el sábado para acá, como demuestra el hecho de que ayer solo en el Moscoso Puello y el Luis E. Aybar se registraron cerca de treinta internamientos de personas con síntomas de cólera. ¿Hubiera sido diferente si desde el principio se asume con mayor seriedad las denuncias sobre un brote de cólera de la gente de La Ciénaga, ofreciéndoles asistencia inmediata en lugar de minimizarlas? Es fácil adivinar la respuesta que daría el ministro de Salud a esa pregunta, pero quienes hemos sido testigos del permanente afán de nuestras autoridades sanitarias en ocultar o minimizar toda información relativa al cólera tenemos el legítimo derecho a creer que se pudo haber perdido un tiempo precioso jugando a las escondidas con el brote en lugar de enfrentarlo con la prontitud y urgencia que demandaban las circuntancias, y ya se están viendo, desgraciadamente, las consecuencias.