Qué se dice

Qué se dice

La verdad aunque duela. Si un análisis de ADN demostrara que los restos que se quieren llevar al Panteón Nacional no son los del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, el  Héroe de Abril de 1965, ¿qué pasaría? Supongo que los que se oponen a ese examen, la única manera de determinar la autenticidad de esos restos, no quisieran verse en el trance de responder esa pregunta, es decir, de tener que verle la cara a la dura y terrible verdad, y  actuar en consecuencia. ¿Quedaría anulada la ley que dispone el traslado de Caamaño al Panteón Nacional en un plazo perentorio? ¿Significa eso que todos los años de investigación que ha dedicado la Fundación Caamaño, los testimonios recogidos, los documentos consultados, los desvelos de su presidente, Claudio Caamaño Grullón, por encontrar esos restos y llevarlos al lugar que les corresponde han sido completamente  inútiles? ¿Caamaño dejaría de ser Caamaño, todo lo que representa para  una generación de dominicanos,  si  esos no son sus venerables huesos? Los pueblos, ciertamente, necesitan héroes que los inspiren con su ejemplo de sacrificio y entrega, héroes que les muestren el camino de la dignidad y el decoro, héroes de los cuales enorgullecerse bautizando con sus nombres plazas, escuelas, avenidas y puentes, pero nunca a un precio tan alto que sea preciso sacrificar la verdad para honrar su memoria.

Lealtad petrolera. República Dominicana figura entre los primeros países (no pudo  adelantársele a los cubanos) que  reconocieron el triunfo electoral de  Nicolás Maduro el pasado domingo en Venezuela, a pesar de los reñidísimos resultados y las exigencias del candidato opositor Henrique Capriles de que se recontaran los votos. ¡Ah Petrocaribe que hace cosas!

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