Qué se dice

Qué se dice

Política ingrata.- El doctor Tirso Mejía Ricart, quien preside la Comisión Organizadora de la Convención del PRD, se  sacó de la manga una propuesta con la que pretende encontrarle el bajadero a la crisis provocada por la decisión de la Comisión Política de proclamar al ingeniero Miguel Vargas como presidente de la organización, en flagrante violación de los estatutos; a saber: que la Secretaría General la compartan los tres que aspiran a dirigirla –Guido Gómez Mazara, Geanilda Vásquez y el senador Jesús Vásquez– y que lo mismo se haga con la Secretaría de Organización, que compartirían César Sánchez, Fausto Liz y Aníbal García Duvergé, pero no entró en detalles sobre el mecanismo que haría posible que tanta gente ocupe el mismo cargo y todo el mundo quede contento y feliz. ¿No sería más fácil, y mucho más democrático, someter a todos a la consideración de las bases y que sean estas las que digan quién ocupa qué?

Muchos son los que desde las gradas  le reprochan  al PRD el que haya  vuelto  a cometer los mismos costosos errores del pasado, pero no todo es culpa de la guerra de intereses contrapuestos, las zancadillas y los pactos secretos con doble pespunte. Los perredeístas, tal vez por no entrar en explicaciones que pudieran resultar engorrosas, no lo quieren decir de manera abierta y clara, pero aparte de la natural resistencia de grupos enquistados en las estructuras partidarias que se niegan  a ceder espacio a la sangre nueva que pondrá fin a sus privilegios y liderazgos inorgánicos,  está el hecho de que no hay un chele conqué celebrar (Tirso dice que “solo” hacen falta RD$40 millones) las primarias  que mandan los estatutos, pero tampoco  existe la disposición de su dirigencia, entre la que figura gente de considerable fortuna, para hacer el aporte o diligenciar esos recursos en procura del  fortalecimiento institucional y democrático  del partido al que tanto le deben, y no estamos hablando en sentido figurado. ¡Cuánta ingratitud!

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