Qué se dice

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Privilegios legislativos.- Nadie que haya  vivido los últimos 30 años en este paraíso tropical donde los legisladores legislan, como la cosa más natural del mundo, en su propio beneficio,  puede decir que le ha sorprendido que la mayoría de los diputados  a los que este diario requirió su opinión  sobre el proyecto de ley que limita a 50 mil dólares el monto de las exoneraciones  que “le tocan” a senadores y diputados  rechazó la iniciativa del senador peledeísta  por San Cristóbal  Tommy Galán,  como no puede haberle  sorprendido tampoco que se escucharan  defensas  tan cínicas de ese irritante privilegio como la del diputado que se opone a la pieza por  haber adquirido la “costumbre” de andar en vehículos de precios muy superiores al tope que se sugiere en el proyecto de ley. Estamos hablando de los mismos diputados que a pesar de que durante todo el mes de mayo no dieron un golpe por  andar en las bregas de la campaña electoral  se las arreglaron  para cobrar el sueldo del mes completo con once días de anticipación, además  de bonos y dinero en efectivo por un monto superior a los 150 mil pesos dizque para celebrar el  Día de las Madres. ¿Quién puede ser tan ingenuo como para creer que los  legisladores, tanto los que se reeligieron como los que se estrenan  en el lucrativo oficio de hacer leyes, van a darle su apoyo a un proyecto de ley que atenta contra sus propios y egoístas intereses? Venga de Tommy Galán o de  Reinaldo Pared Pérez, quien ayer anunció que propondrá que senadores y diputados  solo reciban una exoneración, con un tope determinado, por los próximos seis años, cualquier iniciativa destinada a reducir sus privilegios y “beneficios marginales” está de antemano condenada al fracaso, y desde aquí los desafío  a que me demuestren lo contrario. ¡Nada me haría mas feliz!

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