Pandemónium.-  Después del palo dao, de convertir la ciudad de Santo Domingo en un tapón gigantesco, las autoridades de  Obras Públicas se han empeñado en   convencernos de que informaron   con señales en las calles y la repartición de miles de volantes contentivos de las rutas alternativas del inicio de los trabajos del Corredor Duarte, pero eso no es lo que piensan los cientos de miles de automovilistas que pierden los nervios atrapados y sin salida en atascos sobre los que nadie tuvo la cortesía de advertirles, y para colmo  las  rutas “alternativas” solo conducen a nuevos y mas grandes tapones.

Y es que diga lo que diga Obras Públicas o la Opret (los trabajos que se realizan, en puntos estratégicos  de la ciudad, para la segunda línea del Metro  contribuyen a exacerbar  el caos reinante)  a los ciudadanos nos embarga la desagradable sensación de que se está improvisando, de que no se calculó el impacto ni las consecuencias de hacer todas esas obras al mismo tiempo y en las  vías de mayor circulación. Un slogan oficial dice que hoy son tapones y mañana serán soluciones, pero   tal vez se nos esté  cobrando un precio demasiado alto a causa de la improvisación y la falta de información suficiente y oportuna.

Un buen consejo.  Hatuey  Decamps se cansó de darle consejos al presidente Hipólito Mejía, de advertirle lo que le pasaría a él y al PRD si se dejaba arrastrar hacia una aventura reeleccionista, pero Hipólito, que prefirió encaramarse en un tractor sin freno  y darle p`lante a su proyecto continuista, nunca le hizo caso, con las consecuencias de todos conocidas. Ahora le toca el turno al presidente Leonel Fernández, a quien el  rejugado político considera que le iría muy mal si le hace caso a los lambones que le calientan los oídos diciéndole que es”el único  chivo que orina” en el PLD, pero no hay ninguna garantía de que al mandatario le llegue el mensaje o de q   ue le ponga la atención que merece a su contenido. ¿Volverá a repetirse la historia?