QUÉ SE DICE

QUÉ SE DICE

CLAUDIO ACOSTA
c.acosta@hoy.com.do
Vendedores ambulantes.-  Uno de los aspectos positivos que nadie puede regatearle a la gestión del síndico  Roberto Salcedo ha sido su preocupación por reubicar  adecuadamente a los vendedores ambulantes  que crecen y se multiplican como los hongos  en cualquier punto de la ciudad, y el mejor ejemplo lo es lo que ha pasado con los que durante años ocuparon buena parte de la avenida Duarte, a los que el cabildo reubicó y dotó de modernos y prácticos módulos para colocar y exhibir sus productos, por lo que ahora trabajan con más higiene y seguridad, para su propio beneficio, el de sus clientes y el entorno de la tradicional avenida.

 Ahora el ayuntamiento se propone regular a los vendedores de los semáforos, una tarea mucho más complicada y difícil, para lo cual empezó censando a quienes se dedican a ese negocio, determinando que son alrededor de 324 y que en su mayoría son de nacionalidad haitiana. Una vez sabido cuántos son y a qué se dedican serán sometidos a un examen para establecer su salud mental y física, pero también se verificará su situación legal para saber si tienen asuntos pendientes con la justicia. El proyecto tiene que recibir todavía el visto bueno de la Sala Capitular para poder arrancar, pero se espera que los regidores le den su voto favorable. Deseémosle mucha suerte al síndico Salcedo en este nuevo esfuerzo por poner un poco orden en esta arrabalizada ciudad digna de mejor suerte.

El “librito” de Balaguer.-  Según Amable Aristy Castro, candidato presidencial del PRSC, el país está atravesando por una crisis similar a la de 1986, y que al igual que como ocurrió aquel año el reformismo debe regresar al poder para enfrentar  el alto costo de la vida, el desempleo, la inseguridad ciudadana, la exorbitante deuda externa y la eterna plaga de la corrupción administrativa, para lo cual prometió utilizar el infalible  “librito” del doctor Joaquín Balaguer. Se trata, con perdón del candidato reformista, de una promesa muy difícil de cumplir, y no precisamente por lo lejos que lo sitúan las encuestas de ganar las elecciones, sino por el hecho de que el famoso “librito” del extinto líder reformista parece estar hace rato en manos del presidente Fernández, quien según las malas lenguas lo utiliza de libro de cabecera y no lo suelta ni para ir al baño.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas