En nombre de la tradición.- ¿Cuántas madres tiene un diputado? La pregunta no es capciosa, ni ofensiva ni maliciosa, pues no tengo dudas de que afloraría de manera espontánea a los labios de cualquier extranjero curioso que, al visitarnos por primera vez, eche por casualidad una ojeada al siguiente titular periodístico: Diputados reciben RD$125 millones para regalos del Día de las Madres.
Claro está, las cosas se aclararían cuando al leer la información que acompaña al titular se entere de que la Cámara de Diputados tiene por tradición, desde hace diez años, entregar bonos y electrodomésticos a los legisladores para que estos los repartan entre las madres pobres de sus demarcaciones, tradición que ha permitido que este año se entregue a cada diputado alrededor de 400 electrodomésticos, entre lavadoras, estufas, televisores, comedores, vajillas y juegos de vasos y cubiertos.
Es inevitable, sin embargo, que al terminar de leer la información ese extranjero tan curioso se pregunte porqué los diputados, que se supone están para hacer leyes, tienen que dedicar tiempo y recursos de los contribuyentes a ejercer esa forma de caridad interesada que otros, menos condescendientes, no dudarían en llamar clientelismo puro y duro, pero responder esa pregunta sería tan complicado como tratar de explicar en el breve espacio que me resta el sistemático proceso de degradación de nuestras instituciones de la mano de nuestra inescrupulosa y voraz clase política.