Qué se dice

Qué se dice

Entre bomberos.-  Demasiado  tardó en convencerse Gilberto Serulle, el flamante  alcalde electo de Santiago, de que la Cámara de Cuentas no está en la disposición de practicar la auditoría que le solicitó, de manera formal, a las gestiones del  saliente José Enrique Sued, en su interés de  tener una idea mas o menos clara de lo que recibirá el próximo 16 de agosto, a quién se le debe y cuánto se le debe, etcétera, etcétera.  Serulle dice estar dispuesto a contratar los servicios de una firma de auditores  privados para que realice ese experticio, pero entre una cosa y la  otra puede  afirmar ya que el mamoneo de la Cámara de Cuentas para atender a su requerimiento le ha enseñado  la primera lección importante de su nueva y difícil experiencia como alcalde de la segunda ciudad en importancia del país, que bien puede resumirse con una expresión muy popular que viene como anillo al dedo: entre bomberos no se pisan las mangueras, sobre todo si son bomberos coloraos.

Cielo peligroso.-  No sé porqué tengo la impresión de que a la Asociación Nacional de Pilotos se le hace poco caso en el ámbito oficial, no obstante la gravedad de las denuncias que de cuando en cuando hace a la opinión pública. En esta ocasión, para variar, los pilotos no se han quedado cortos: en tan solo un mes se produjeron en el país 307 incidentes relacionados con los servicios de tránsito aéreo, según consta en el informe correspondiente al mes de enero de la Unidad de Prevención de Incidentes (ATS) del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC). Se trata de una cifra “espeluznante”, de acuerdo a los parámetros de la aviación civil comercial, pero también puede ser el  preludio, según la asociación  de pilotos, de “una terrible catástrofe aérea”, por lo que  califica el espacio aéreo dominicano como de muy peligroso. Si tan grave es la cosa, ¿qué se espera para actuar?  Alguien debe responder esa pregunta con la urgencia que amerita.

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