Qué se dice

Qué se dice<BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2013/04/93583A09-AC80-4890-9143-7DEC080989E2.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=347 data-eio-rheight=390><noscript><img
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 ¡Felucho tiene razón!.-  Según los resultados de la encuesta Gallup-Hoy, que se publica por entregas desde el pasado lunes en este diario, entre los presidenciables del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) el  expresidente Leonel Fernández Reyna ocupa el último lugar, con apenas un 11% de opinión favorable de los ciudadanos  a los que se preguntó quién debe ser el candidato del partido oficial en  las elecciones del 2016,  por debajo de su esposa la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández,  23.5%, el presidente Danilo Medina, favorecido con un  25% a pesar de que la Constitución le  prohíbe repostularse, y más bajo también que el excandidato vicepresidencial del PRD Luis Abinader, 26.5%, que Miguel Vargas Maldonado,  20%, y el expresidente  Hipólito Mejía Domínguez,  un 17.8%. Y lo más significativo: entre los ciudadanos que  dijeron identificarse con el PLD el exmandatario ocupó un lejano tercer lugar con un 16%, muy por debajo del presidente Medina (28%) a pesar de que no se le incluyó en el cuestionario,  y de la vicepresidenta Cedeño de Fernández, (30%). Definitivamente, Felucho Jiménez tiene razón, aunque muchos leonelistas, como el peor de los ciegos, se nieguen a ver lo que está delante de sus propias narices:  este no es el tiempo de Leonel Fernández.

Demasiado tarde.- Es una pena que el doctor Rafael Alburquerque, quien se encuentra en Isla Margarita, Venezuela, participando en un seminario internacional sobre “Derecho del Trabajo”, se enterara tan tarde  de que el salario mínimo en la República Dominicana es el más bajo de la región, incluyendo al vecino Haití,  pues estoy convencido  de que si hubiera sabido eso cuando era Vicepresidente de la República, cargo que ocupó durante ocho años consecutivos, hubiera hecho todo a su alcance   por cambiar esa triste y dolorosa realidad.

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