A quien le sirva….-  Hay algunos insultos que, por venir de quien vienen,  son verdaderos elogios, pues simplemente quieren decir que quien insulta y la víctima de sus insultos nunca estarán del mismo lado, ni defendiendo las mismas causas ni comulgando  en los mismos altares. Un pichón de guaraguao que anda por ahí, a quien podría describirse como el mejor ejemplo de la decadencia de una estirpe, le ha cogido con insultar (fíjense que no digo ofender porque, como es bien sabido, no ofende quien quiere sino quien puede) a este diario y a sus ejecutivos, simple y sencillamente porque no le damos cabida a sus  delirios paranoides o, en su defecto, a las maquinaciones de la menguada comparsa política a la que  pertenece. ¿Y saben qué es lo peor?

Que los amos a los que cree servir dándole rienda suelta a las excrecencias de su mente enfermiza nunca le pedirían tanto. De todas maneras estas palabras solo pretenden recordarle al susodicho que aquí también, si fuere necesario, sabemos  insultar, aunque en el caso que nos ocupa lo preferible sería no tener que perder el tiempo repitiendo lo que todo el mundo sabe sobre el comportamiento y el pedigrí de ese señor. Es cuanto.

El mismo borrón– Durante su participación en “Voto-2012/ Las Propuestas de los Candidatos” que organizó el Grupo  Corripio el candidato del PLD Danilo Medina prometió que en caso de alcanzar la Presidencia crearía un Código de Ética para el servidor público, y que aquel funcionario al que el rumor público o la prensa acuse de corrupto será cuestionado públicamente en un Consejo de Gobierno y, si no ofrece respuestas convincentes, lo destituiría. Hay que celebrar   que Medina tenga planes contra la corrupción, un tema al que le ha  huido como el diablo a la cruz durante toda la campaña electoral, pero también lamentar que ese Código de Ética no tenga carácter retroactivo, pues en la práctica equivale al odioso borrón y cuenta nueva.