Una posibilidad subjetiva.- Cuando un hombre como el doctor César Pina Toribio, Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, opina sobre lo que ocurre alrededor de la Cámara de Cuentas, acéfala luego del sonado juicio político que forzó la renuncia de ocho de sus miembros y concluyó con la destitución del único que se resistió a abandonar el barco a pesar del inminente naufragio, hay que ponerle, por razones obvias, mucha atención a lo que dice, incluso si solo lo dice entre líneas.
Abordado por los periodistas que cubren el Palacio Nacional, deseosos de obtener información de primera mano sobre los posibles sustitutos, el doctor Pina Toribio valoró positivamente, como casi todo el mundo en este país, el papel desempeñado por diputados y senadores en un histórico juicio político llamado a dejar muchas lecciones valiosas a la sociedad dominicana, la más importante de todas, según el funcionario, la necesidad de que los organismos colegiados establezcan reglas internas claras que aseguren su funcionamiento armónico.
En cuanto al perfil de los integrantes de la terna que deberá someter al Senado , en el más breve plazo posible, el presidente Leonel Fernández, Pina Toribio no dejó nada en claro, pero entre la ardorosa defensa que hizo de la selección, por parte del Poder Ejecutivo, de los hoy destutanados miembros de la Cámara de Cuentas, y el culebreo propio de un funcionario que siempre suele ser amable con la prensa pero nunca hasta decir alguna inconveniencia para su gobierno dejó en el aire la posibilidad de que los renunciantes puedan ser incluidos en la terna presidencial, aunque aclaró –por si acaso– que esa es una decisión demasiado subjetiva que corresponde tomar únicamente al mandatario. ¿Será confiando en esa posibilidad subjetiva que al renunciante Andrés Terrero no hay quien lo saque ni con candela de su despacho, al que sigue asistiendo dizque a la espera de que se designe al que será su sustituto? No, por nada.