¿Pobres ricos o ricos pobres? No se inquieten. No pienso agobiarlos con inútiles juegos de palabras o dándoles una aburrida charlita de sociología o, peor todavía, de economía. Simplemente, que me ha puesto a pensar la queja de Celso Marranzini, Vicepresidente Ejecutivo de la CDEEE, de que en Puerta de Hierro, un sector del Distrito Nacional donde la mayoría de sus residentes percibe altos ingresos, reportan un consumo de energía como si fueran pobres.
Tanto así, que Marranzini, irónicamente, dice que casi todos califican para ser beneficiarios del subsidio que da el Gobierno a través del Bonoluz. ¿Cómo lo consiguen? ¿Dónde está el truco? El funcionario todavía no lo sabe y por tanto no lo ha dicho, pero está claro que ha puesto a sus técnicos a investigar, como claro está también que cree que ahí hay gato entre macuto, es decir algún tipo de fraude o irregularidad. ¿No es posible que esa gente simplemente haya encontrado una forma de ahorrar electricidad, tan cara en estos días? ¿O que a lo mejor no son tan ricos como indican sus grandes casas, sus piscinas y jacuzzis y sus aires acondicionados? ¿Que realmente sean pobres fingiendo ser ricos en un mundo donde la apariencia es tan importante? No sé quien tendrá la razón, pero confío en que Marranzini nos informará cuando resuelva el misterio.
El paraíso de los tránsfugas.- Mientras los tránsfugas profesionales de nuestra política, los que cambian constantemente de chaqueta en función de sus intereses y conveniencia, sigan mereciendo primeras planas en nuestros periódicos como si se tratara de grandes personalidades protagonizando hazañas extraordinarias será muy pero muy difícil, para no decir imposible, cambiar la lógica perversa que ha convertido la política dominicana en un mercado donde todo se compra y se vende.