Qué se dice

Qué se dice

¡Fuego a la lata!
  Es probable que, a estas alturas, ya nadie recuerde quién arrojó la primera piedra en un debate que por altisonante y desconsiderado se parece cada vez más a un pleito entre marchantas, sobre todo si incluimos las “burundangas” con las que el ingeniero Ramón Alburquerque, presidente del Partido Revolucionario Dominicano, intenta desacreditar la administración peledeísta, según unas desusadas declaraciones del secretario de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, de ordinario un funcionario ecuánime y comedido.

“Alburquerque le entra con to’ al Gobierno” tituló ayer El Nacional su información de primera plana, en la que el vespertino recoge la andanada de epítetos —”malagradecido, abusivo y subversivo…”—que le dedicó, precisamente, el ingeniero Alburquerque al presidente Leonel Fernández, y todo porque el mandatario criticó acremente la “mayoría tiránica” que el PRD obtuvo legítimamente en unas elecciones libres y democráticas. Si la cosa está tan caliente en enero, ¿qué pasará cuando lleguemos a mayo? ¿Llamamos a los bomberos o a monseñor Agripino?

Responsabilidades

  Las dolidas quejas de los pequeños comerciantes instalados a lo largo de la “carretera” La Vega-Moca, que alegan haber quebrado a causa de su desastroso estado, van con todo derecho dirigidas a las autoridades directamente responsables de su reparación o reconstrucción, trátese de la secretaría de Obras Públicas o la Oficina Supervisora de Obras del Estado, pero también a los gobiernos que por años se han desentendido de la suerte de esa importante vía a pesar de lo mucho que representa para esa parte del Cibao Central, de extraordinario potencial agrícola. Es hora de que esa gente sepa, sin embargo, que la desgracia por la que atraviesan tiene también otros responsables a los que resulta legítimo exigirle cuentas, un saco en el que hay que caben síndicos y regidores, diputados y senadores, así como gobernadores, Secretarios de Estado sin Cartera, Inspectores de la Presidencia y un largo etcétera de “servidores” públicos que han tenido tanto La Vega como Moca en todos estos años de olvido y desatención gubernamental.

Mangos bajitos

  La Dirección General de Migración dio cuenta ayer del apresamiento de nueve ciudadanos peruanos que trabajaban ilegalmente en el país, al que llegaron hace unos cuantos meses como simples e inofensivos turistas. Los peruanos, según informó el director general de Migración Carlos Amarante Baret, fueron detenidos en un taller de mecánica de Manoguayabo, donde laboraban, por lo que se persigue al propietario del taller, peruano también, para que ofrezca algunas explicaciones a las autoridades. La historia, sin embargo, no termina ahí; el funcionario fue particularmente enfático al señalar que todos los extranjeros que residan de manera ilegal en el país serán enviados a sus respectivos países, como lo establece la ley 285 sobre migración. Eso se llama, en buen dominicano, empezar por los mangos bajitos.¡Así sí es fácil!

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